Dieta hiperproteica VS Dieta normoproteica
Cuando se habla de una dieta proteica, muchos la asocian con dietas hiperproteicas, donde la cantidad de proteínas se dispara, produciendo una cetosis no controlada y haciendo perder muchos kilos al principio, que luego vuelven con el conocidísimo efecto rebote. Ya son muchas las dietas que han tenido éxito bajo este lema, y por ello en este artículo explicamos qué es una dieta hiperproteica, en qué consiste y en que se diferencia de la dieta normoproteica.
¿QUÉ ES UNA DIETA HIPERPROTEICA?
Es aquella dieta en la que el porcentaje total de proteínas sobre las kcal diarias se incrementa considerablemente. Cuando este aumento va de la mano de un aumento o equilibrio de los diferentes macronutrientes y bajo un seguimiento médico (esto puede darse en deportistas que quieren conseguir ciertas metas o se están preparando) no hay problema. El problema está cuando esta dieta hiperproteica está asociada a una fase cetogénica sin control médico.
¿EN QUÉ CONSISTE LA FASE CETOGÉNICA? ¿QUÉ ES LA CETOSIS?
La cetosis es un proceso de nuestro cuerpo, que ocurre cuando éste no puede obtener la energía suficiente de los hidratos de carbono y lo hace mediante la grasa. La conversión de esta grasa a energía produce una serie de compuestos, en concreto unos llamados cuerpos cetónicos. Este proceso hace que el paciente baje mucho de peso en poco tiempo, ya que la grasa la estamos utilizando para obtener energía. Pero está contraindicado que este proceso sea muy largo, por lo que siempre deberá estar supervisado por un médico y no superar las 5-6 semanas de duración. El problema está en que al terminar esta dieta, el paciente sigue teniendo los mismo hábitos dietéticos que tenía antes de comenzar la dieta hiperproteica cetogénica, por lo que vuelve recuperar los kilos e incluso adquiere kilos extra.
¿QUÉ EFECTOS TIENE ESTA DIETA?
Esta dieta produce un aumento de la excreción de ácidos y eso hace que eliminemos más calcio. Por lo que las mujeres, sobretodo de mayor edad con requerimientos de calcio mayores, tendrían que tener aún más cuidado si se deciden por este tipo de dieta.
Además, las dietas altamente ricas en proteínas (o muy bajas en hortalizas y frutas) generan acidosis metabólica crónica (afección en la cual hay demasiado ácido en los líquidos corporales) que, aunque es de bajo grado, tiene un efecto contraproducente sobre el organismo (retardo de crecimiento en niños, disminución de la masa ósea y muscular en adultos y formación de cálculos renales).
Por eso, acidifica el pH de nuestro cuerpo, por lo que promueve un peor perfil renal, que podría hacer aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades renales a largo plazo.
Se recomienda, entre otros motivos ya descritos, evitar dietas hiperproteicas de este tipo para mejorar la capacidad antioxidante. Por supuesto, este tipo de dieta está contraindicada para pacientes que tienen problemas renales o patologías relacionadas con las proteínas.
¿EN QUÉ CONSISTE LA DIETA NORMOPROTEICA?
La dieta normoproteica consiste en un aporte de proteínas diarias. Con esta dieta también podemos conseguir una fase de cetosis, disminuyendo los niveles de hidratos de carbono. La diferencia es que ni la carga renal es la misma, puesto que la cantidad de proteínas aportadas en las dietas normoproteicas es la cantidad recomendable para un adulto, que es de 0,8-1,2 g/kg/día; ni se producen los síntomas antes descritos.
Foto: Productos Essential Diet. (http://www.essentialdiet.es/)
En Befy siempre acompañamos esta dieta normoproteica con fase cetogénica (de la mano de Essential Diet) con un riguroso control médico y un servicio dietético adaptado a cada paciente. Una vez finalizada esta etapa, comenzamos una dieta para, si es necesario, conseguir el objetivo deseado en relación al peso, y/o reeducar al paciente para que su peso sea estable y no haya un efecto rebote.
Por este motivo, desde Befy queremos concienciar y recomendar que siempre que se siga una dieta, debe estar prescrita y seguida por un dietista-nutricionista y que sobretodo, siempre que sigáis una dieta que tenga fase cetogénica, sea de la mano de un médico, con un seguimiento clínico personalizado.