Hábitos erróneos en la nutrición deportiva
Estoy seguro que no todos vosotros, los deportistas, lleváis una dieta que se ajuste a las necesidades de vuestra disciplina. Somos conocedores de la teoría, ¿pero la ponemos siempre en práctica? La respuesta es, claramente, no. :-(
Somos impacientes y tendemos a buscar la dieta “milagro”, aquella que nos ayude a conseguir nuestros objetivos de forma rápida. Y, en ocasiones, cruzamos el límite. Os paso algunos errores que he detectado a lo largo de mi experiencia, como nutricionista deportivo. ;-)
Errores nutricionales...
Consumir en exceso proteínas animales (carne, pescado, huevos…) para conseguir más masa muscular y potencia.
Ingerir suplementos multivitamínicos/minerales para aumentar el rendimiento.
Consumir suplementos nutricionales o farmacológicos sin conocer los posibles efectos secundarios que pueden generar a nuestro organismo.
Ingerir azúcar antes de hacer deporte, “ya que proporciona más energía”.
No beber agua mientras hacemos deporte, “ya que provoca flato”.
Comer sin control, “ya que todo se quema”.
Pensar que hay muchos productos o alimentos de “efecto milagro”.
Pensar que la última ingesta antes de hacer ejercicio, es la que nos hará rendir más.
Tener conocimientos equivocados de la composición nutricional de algunos alimentos.
Hábitos erróneos...
Saltarse alguna comida durante el día, sobretodo el desayuno.
Consumir en exceso alimentos de origen animal (carne, embutidos, quesos…)
Dar poca importancia a la hidratación. Beber poca agua, antes, durante y después de entrenamientos, partidos o competiciones.
No respetar el tiempo entre la última ingesta y el ejercicio.
No tener el hábito de realizar ingesta regenerativa después de entrenamientos, partidos o competiciones.
Consumir en exceso alimentos poco aconsejables, sobretodo la bollería, snacks y refrescos.
Realizar comidas y cenas desequilibradas.
Consumir con muy poca frecuencia alimentos básicos en la alimentación: ensaladas, fruta, verdura fresca y cocinada, legumbres, fruta seca y pescado (blanco y azul).
Realizar de manera desorganizada las comidas del día y la semana.
Adquirir hábitos importados de otras culturas: alimentos precocinados, “fast food”, dietas hiperprotéicas, etc.
Si sigues con dudas y quieres más información, formula tu pregunta y estaré encantado de echarte una mano… ;-)