¿Suplementación vitamínica? No. Y te cuento porqué...
De las primeras cosas que nos vienen a la cabeza cuando estamos cansados, queremos estar más sanos y fuertes o bien aumentar nuestro rendimiento, es recorrer a la suplementación vitamínica (vitamina C, antioxidantes, complejos vitamínicos y minerales, etc.) u a otros suplementos. Y ninguno de sus supuestos beneficios ha estado demostrado.
Te explico... lo cierto es que lo mejor es cumplir una de las primeras recomendaciones sobre alimentación, que es: consumir un mínimo de 5 raciones de fruta, hortalizas y verduras, a diario.
Esto sí que nos asegura una aportación notable de minerales, vitaminas y fibra. Pero si buscamos una aportación excelente, debemos introducir 2 palabras clave más: VARIEDAD y COLORIDO.
Es súper beneficioso jugar con todos los colores que nos ofrecen estos alimentos, sobre todo rojos, naranjas y verdes oscuros. Colores vivos, sobre todo las partes que nos comemos, más que la piel. Fresas, tomates, pimientos rojos y verdes, naranjas, calabazas, zanahorias, melocotones, brócoli, espinacas, alcachofas, seguido de un largo etcétera.
Es en este momento, cuando tiene que salir de dentro nuestro la parte creativa y conseguir hacer de cada plato una obra de arte: colores variados, diferentes texturas, buena presentación, equilibrio con otros alimentos... No hace falta grandes cantidades, pero si ir variando.
Recuerda que la primera suplementación es la propia alimentación.
¡Ánimo!