Cómo identificar dietas fraudulentas
- Verónica Torreño - Nutricionista
- 1 oct 2018
- 2 Min. de lectura

Existen infinidad de dietas que además de resultar ser un fraude, pueden perjudicar gravemente tu salud.
Éstas suponen un riesgo para la salud ya que su uso prolongado o reiterativo puede producir cambios en el metabolismo energético, estableciendo una resistencia a la pérdida de peso, pueden contribuir a situaciones de déficit de micronutrientes o desnutrición, así como desencadenar trastornos de la conducta alimentaria (TCA), aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, renales, deshidratación o estreñimiento, generar efecto rebote cuando se abandonan; generando sensación de frustración al no conseguir el objetivo deseado, y por último pueden transmitir conceptos erróneos sobre la alimentación y retrasar el inicio de un tratamiento adecuado.
Este tipo de pautas suponen un coste elevado, pues nos alejan de nuestro objetivo y el resultado será que seguiremos sin haber aprendido a cómo llevar un estilo de vida y una pauta nutricional efectiva, saludable, segura, suficiente y equilibrada.
¿Sabes cómo detectar si una dieta o producto es fraudulento?
Prometen resultados asombrosos, mágicos, muy rápidos y sin apenas esfuerzos.
Prohíben el consumo de algún alimento o bien grupos de alimentos.
Contienen listas de alimentos “buenos” y “malos”.
Exageran o distorsionan las propiedades de un nutriente o alimento.
Afirman que sus propuestas son seguras porque son “naturales”.
Contienen afirmaciones que contradicen a colectivos sanitarios.
Incluyen relatos o historias de supuestos testimonios para aportar credibilidad.
Incluyen recomendaciones basadas en estudios científicos de baja calidad y que carecen de suficiente evidencia científica demostrada.
No aparecen referenciadas en ninguna base de datos científica española o internacional por lo que no existe evidencia desde el punto de vista científico de su eficacia o seguridad.
Tienen un coste elevado.
Son perjudiciales para la salud.
¡Cuando se trate de salud, ponte en buena manos!