Alimentos frescos o en conserva, ¿son iguales?
Aunque siempre recomendamos comer los alimentos naturales y sin procesar (o con un procesado mínimo), lo cierto es que existen algunos enlatados que, además de ser saludables, son también muy prácticos y nos permiten tener listo en pocos minutos una comida equilibrada a base de alimento en lata de buena calidad.
Entre los alimentos en lata, hay algunas opciones muy recomendables si tenemos poco tiempo, poco acceso a determinados alimentos y queremos comer sano. Estos son algunos de los que podemos incluir sin problemas en nuestra cesta de la compra:
Legumbres
Un alimento muy socorrido en muchos hogares son las legumbres en lata ya cocidas, que nos ahorran el proceso de remojo y cocción, son versátiles y aportan una gran cantidad de nutrientes. Es importante que sean de bote de cristal y que estén simplemente cocidas en agua, que no contengan aditivos.
Sardinas
Este pescado azul rico en ácidos grasos omega 3, beneficiosos para múltiples funciones del organismo y con efecto protector cardiovascular, contiene también proteínas de alta calidad, es económico, nutritivo, saciante e ideal para múltiples recetas. Dado que comerlo al natural requiere a veces de logística y tiempo, su versión en conserva es una buena opción siempre que cumpla determinados requisitos. El único ingrediente que debe llevar la lata es aceite de oliva virgen extra y sardinas.
Alcachofas y espárragos
Las alcachofas y los espárragos en conserva son una buena manera de disfrutar de estas verduras nutritivas, diuréticas y bajas en calorías durante todo el año.
Champiñones
Tanto el champiñón como otras setas en conserva pueden ser complementos interesantes para una dieta equilibrada. El champiñón, concretamente, contiene fibra, proteínas, vitaminas del grupo B, potasio, hierro, cobre y selenio, es saciante y bajo en calorías. Si lo compramos en lata, debemos fijarnos siempre en la etiqueta y asegurarnos de que no contenga aditivos ni grandes cantidades de sal.
Tomate
El tomate en conserva es un alimento muy sano, siempre que nos fijemos en el etiquetado ya que en muchas ocasiones contiene grandes cantidades de azúcar añadido y aditivos.
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