Beneficios de la soja
La soja está considerada como uno de los mejores alimentos que existen y uno de los más estudiados por científicos, médicos y nutricionistas desde hace décadas.
Contiene una proteína completa, es decir, que contiene los nueve aminoácidos esenciales, lo que la convierte en un alimento prácticamente imprescindible para vegetarianos y veganos. Además de ser una buena fuente de proteína vegetal, de vitaminas y de minerales esenciales para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y contiene una buena proporción de fibra saciante que la hace adecuada para dietas de adelgazamiento. Unos 100 gramos de habas de soja cocidas aportan aproximadamente 127kcal, 11g de proteínas, 6g de grasa, 10g de hidratos de carbono y 4g de fibra.
Estos nutrientes están presentes en la soja en sus formas naturales, como edamame, que son las habas, o productos elaborados con éstas, como tofu, tempeh o miso que no contienen azúcar añadido, ni grasas, sodio o conservantes.
Los alimentos elaborados a partir de ella que imitan la carne, las barritas, yogures y polvos de proteínas sólo contienen proteínas aisladas de soja y no nutrientes del haba de la soja entera. Como ocurre con otros alimentos procesados tienen poca densidad nutricional y al extraer las proteínas de otras enzimas y bacterias que necesitamos para la digestión, afecta a la calidad de la alimentación.
Uno de los componentes de la soja, las isoflavonas, similares a los estrógenos, pueden contribuir a paliar los sofocos y calores nocturnos de la menopausia. Para las personas que la padecen está muy recomendada.
No es muy conveniente en cambio en personas con una tiroides menos activa de lo normal. Tienen que controlar la cantidad de ese alimento que toman porque se ha demostrado que interfiere con la absorción de los medicamentos que combaten esa dolencia. No hay que prescindir de ella por completo, pero sí consumirla de forma moderada y en cualquier caso se aconseja esperar varias horas a ingerir algún alimento con soja después de haber tomado la medicina.
Sustituir alimentos de procedencia animal por vegetales como la soja disminuye la toma de grasas saturadas mientras eleva la de fibra por lo que se recomienda también para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La soja reduce el colesterol, los triglicéridos y el colesterol malo. Por el contrario aumenta el colesterol bueno, que contribuye a “limpiar” las arterias.
En cuanto a la cantidad de soja que conviene consumir, debe ser moderada, como ocurre con todos los alimentos. Dos o tres raciones a la semana de alimentos mínimamente procesados debería bastar. Aunque siempre es aconsejable consultar al médico antes de cambiar drásticamente de dieta.
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